A veces la vida se hace algo difícil. Y ahí estoy yo, la
persona más negativa del planeta para hacer que todo parezca más difícil aún. Y
ahí está él, con sus intentos de animarme y la capacidad de sacarme una sonrisa
en esos momentos en los que de lo único que tengo ganas es de llorar. Parece
que me conociera de toda la vida, es como si estuviera leyéndome la mente en
todo momento. Supongo que es porque es la única persona que ha sido capaz de
conocerme tal y como soy, que me ha hecho ilusionarme tanto que no puedo pensar
en una vida sin él, que quizás sí, me ha hecho llorar pero ha conseguido
hacerme reír después. Es la única persona que echo en falta en cada segundo que
no está a milímetros de mí. Y la única que ha sido capaz de hacerme tener ganas
de que lleguen los domingos para poder volver a verle. Deberíamos de utilizar
más la palabra increíble para describir a personas y no a objetos, y él, es
increíble.
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