Hoy me levanté y decidí hacer algo diferente a lo de todos los días. Hoy quería dejar la rutina a un lado. Decidí prepararme unas tostadas, cosa que normalmente no me daba tiempo a preparar. Me puse aquel vestido que me gusta tanto pero que al nunca le ví utilidad. Salí a la calle sin rumbo fijo, simplemente por cambiar. Hoy le llamé, decidí dejar la verguenza atrás y llamarle. El descolgó y se pudo oir aquella voz que por verguenza hacía mucho que no oía. Quizás no fue una gran conversación,pero fue un gran paso.
Mi tarjeta de crédito me ayudó con mis cambios, decidí comprarme aquello que me gustaba y que nunca me compré, decidí llevar las manos repletas de bolsas, como cualquier actriz en una película en las calles de Nueva York. Hoy fue diferente, llegué reventada de andar tanto a mi casa, pero mereció la pena. Todo el mundo debería de tener algún día sin normas, en el que lo único que importa es hacer lo que te apetece sin que nada ni nade te lo impida. Hoy era mi día, lástima que mañana tenga que volver a la rutina.
me encanta la entrada :) genial!
ResponderEliminarbesos desde http://girlsjustwannahavefun14.blogspot.com/
Necesito un dia de esos y pronto(L)
ResponderEliminarBonito blog